martes, 27 de octubre de 2009

Viaje

Me transpiran las manos y dudo de todo, pero voy. Me pongo esa remera porque sé. Voy enojada y enternecida. Otra vez el péndulo, otra vez fuera de mí.

Me siento en un sueño extraño, esos sueños que tratan de ser pesadilla sin lograrlo. Camino y camino, permaneciendo siempre en el mismo lugar. Y vos siempre igual de lejos, tan desconocida ahí parada, modificada por tus palabras.

El abrazo no se piensa, se da. Se hace el abrazo y se deshace el mundo, se disuelve la historia, tu pelo huele a presente perpetuo.

No digo nada del DO y me pierdo en ese camino, hasta que lo pronuncies. Me pregunto en silencio todas las preguntas del alma.

Después te miro a los ojos y se hace la música... para que el abrazo siga acunándonos los cuerpos.

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