
Me siento en un sueño extraño, esos sueños que tratan de ser pesadilla sin lograrlo. Camino y camino, permaneciendo siempre en el mismo lugar. Y vos siempre igual de lejos, tan desconocida ahí parada, modificada por tus palabras.
El abrazo no se piensa, se da. Se hace el abrazo y se deshace el mundo, se disuelve la historia, tu pelo huele a presente perpetuo.
No digo nada del DO y me pierdo en ese camino, hasta que lo pronuncies. Me pregunto en silencio todas las preguntas del alma.
Después te miro a los ojos y se hace la música... para que el abrazo siga acunándonos los cuerpos.