
Yo lo supe, lo sabía. Para vos es una pena que yo no sea obra de tu imaginación. Para vos yo valía mucho más como fantasía que como realidad. Para vos yo era fantasía o nada.
Yo amaba tus manos con uñas comidas y la voz que ponías cuando hablabas con tu gato. Amaba la sonrisa que se te escapaba cuando hacías un chiste y la manera en que tu cuerpecito se tumbaba sobre la moto cuando doblabas. Amaba a Luciana-persona cuando emergías de aquel lugar y me mirabas. Cuando me mirabas vos.
Yo amaba que quisieras escribir conmigo aunque no haya durado nada. Porque, amor de mi vida, yo sé que cometí el peor de los pecados. Yo te robé la fantasía, esa Ana misteriosa y fascinante. Te robé el derecho de sufrir por esa mujer extraña y malvada, te estafé porque yo era humana y nunca me lo perdonaste.
Me amaste a medias, si algo me amaste. Y eso, amada mía, nunca deja marca.