
Pero no se explica el amor, you know. Me escapo a otros idiomas, a otras realidades. Siempre inútilmente intento escaparme de la cárcel de palabras. ¿Estaré destinada a desilusionarte siempre?
(Siempre vuelvo como una mariposa de la noche a tu luz, que se abre paso a través de las palabras.)
Nada tengo para ofrecerte más que claroscuros yin-yang, entelequias dibujadas con birome en la palma de tu mano, noches de vino ambiguo... y mi alma iluminada cabalmente por tu presencia.
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