domingo, 15 de noviembre de 2009

Amor

Amor mío, tropezás con tus palabras como tropiezo yo con mis silencios. Te ahogás en tus preguntas como yo me ahogo en mi torpeza.

El amor no es una respuesta... es luz, como te dije aquella vez (y por un momento te vi romper tu esclavitud). Este amor llena de luz la vida y donde hay luz siempre hay oscuridad.

Pero no se explica el amor, you know. Me escapo a otros idiomas, a otras realidades. Siempre inútilmente intento escaparme de la cárcel de palabras. ¿Estaré destinada a desilusionarte siempre?

(Siempre vuelvo como una mariposa de la noche a tu luz, que se abre paso a través de las palabras.)

Nada tengo para ofrecerte más que claroscuros yin-yang, entelequias dibujadas con birome en la palma de tu mano, noches de vino ambiguo... y mi alma iluminada cabalmente por tu presencia.

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