Hoy hace un año que empecé un blog. Caótico blog, maldito.
Lo odio y lo dejo, y vuelvo, como a ella. Vuelvo.
Este año soy demasiado vieja, sin más. Demasiado vieja hasta para llorar.
Veintisiete años. Todo distinto, todo igual.
Tengo una gata que se llama Jia
Se ve que no siempre nos une el espanto. Acaso siempre nos separe el amor.
Ya no creo en el camino (ni en el hacer). No creo en el creer ni en el crear, no creo en las palabras de mujeres ni en la música.
Lo único que me separa del nihilismo es Jia... Y ese post extraño. Feliz cumpleaños a mí.